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Icono, color, fusión y retórica visual
OTTSTUFF (Estella, 1990) es artista urbano y creativo profesional navarro.
Fusiona los lenguajes del diseño gráfico y el graffiti iconográfico, creando un universo onírico y minimalista en torno al icono mutable, donde la poesía y la retórica visual confluyen con el post-graffiti iconográfico, a través de una experimentación constante con los principios y elementos de la teoría de la imagen. El rostro en silueta es la seña de identidad de OTTSTUFF, un icono mutable que le permite abordar diversas temáticas relacionadas con la esencia humana desde la equidad, prescindiendo de diferenciaciones estereotipadas.
Entre sus influencias creativas, destacan el graffiti iconográfico, el surrealismo y el minimalismo, inspirado también por la arquitectura y la naturaleza. Desarrollado en el espacio público, el lenguaje artístico aproxima el post-graffiti iconográfico hacia un surrealismo minimalista, orientando sus intervenciones a la mejora de nuestra relación cotidiana con el entorno.
El juego y la experimentación circular son los puntos de inicio y fin en su actividad creativa.
Icono mutable
El rostro en silueta destaca como seña de identidad de OTTSTUFF, un icono mutable que le permite abordar diversas temáticas relacionadas con la esencia humana desde la equidad, prescindiendo de diferenciaciones estereotipadas, y utilizando el entorno como elemento semántico. El punto, elemento primario de expresión artística, es otro de los elementos iconográficos más característicos del artista, que conjuga en la mayoría de sus obras. El graffiti iconográfico se basa en la repetición de un elemento gráfico o estilo constante a lo largo de las distintas intervenciones. El icono mutable es constante y fácilmente reconocible, pero se diferencia del icono estático por su flexibilidad, capaz de desarrollar diversas narrativas. Aunque es distinto en cada una de las intervenciones, mantiene un mismo hilo conductor que permite percibirlas como parte de un todo.
Poesía y retórica visual
Junto al uso del color, la poesía y la retórica visual son aportes esenciales del diseño gráfico al lenguaje creativo de OTTSTUFF. La búsqueda de una experiencia estética autotélica, originada a través del juego, constituye el punto de partida y fin: el proceso creativo es un fin en si mismo. Destaca la incorporación de figuras literarias como la anáfora, punto de encuentro entre los lenguajes del graffiti y el diseño gráfico, o la prosopopeya, la metonimia y la sinécdoque, recurrentes dada la morfología humana del icono principal. El icono evoluciona como un elemento retórico, cuya comprensión y lectura avanzada requiere de encuentros repetidos con distintas obras, que permitan establecer ese vínculo de continuidad característico del post-graffiti iconográfico. Por su parte, el entorno adquiere un valor semántico fundamental, completando el significado de la obra, y actuando como un elemento compositivo más.
Sobre la poesía visual. La poesía visual desarrolla poéticas no verbales, íntimamente vinculadas al diseño gráfico y la tipografía. Entre sus antecedentes, destacan antiguos caligramas como “El Huevo”, de Simmias de Rodas. A lo largo del siglo XX, se ve muy influenciada por movimientos poéticos de vanguardia como el concretismo, el surrealismo o el letrismo, centrado en el aspecto visual y plástico de las letras más allá de su valor como signos lingüísticos.
Sobre la retórica visual. Ampliamente utilizada en el ámbito del diseño gráfico y la comunicación visual, la retórica visual canaliza estimulaciones de origen verbal en imágenes, constituyendo un ejercicio de pura imaginación. El objetivo es evocar sentidos figurados, ideas implícitas derivadas a partir del análisis del contexto y las relaciones simbólicas entre sus elementos, repensando figuras literarias a través de la semiótica de la imagen, y explorando la expresividad de formas no convenciones a través del juego creativo. Requiere de un amplio conocimiento del lenguaje visual.
¿Por qué post-graffiti?
Detrás del graffiti, hay distintas personas, circunstancias e inquietudes creativas, y la creatividad no entiende de compartimentos estancos. Es inevitable que el graffiti evolucione y se fusione con otras pasiones o conocimientos, paralelamente al desarrollo personal y profesional del individuo, generando nuevas variantes. Sin embargo, a nivel colectivo, es necesario diferenciar y salvaguardar el término graffiti como fenómeno independiente.
El término “post-graffiti” permite establecer un vínculo coetáneo preciso entre determinadas intervenciones urbanas actuales y la cultura del graffiti, aunque diferenciando sus esferas. Es una disciplina paralela al graffiti, que hereda parte de su lenguaje, al igual que el graffiti re-interpreta otros lenguajes a su vez (comic, dibujos animados, cultura de masas…). Sin embargo, se desarrolla fuera de los límites del graffiti, permitiendo una mayor experimentación plástica, dialogando con un público más amplio, y comúnmente orientado hacia una integración armónica con el entorno. En resumen, es un término que protege el significado original del graffiti frente a su distorsión y apropiación indebida, sin renegar del graffiti como influencia y punto de partida en determinadas intervenciones artísticas contemporáneas, permitiendo a su vez diferenciar los distintos puntos de partida.